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3 de septiembre de 2014

Tontunas Prácticas: Jabones pringosos

Me encantan los jabones. Me vuelvo loca con cualquier tienda o puesto en el que vendan jabones artesanales de mil formas, colores y aromas, hasta he hecho mis pinitos con el jabón de glicerina como pudisteis ver aquí y aquí. En mi entorno lo saben y muchas Navidades entre otros regalitos los Reyes Magos me han traído jabones. Es por eso que cuando mi chico me regaló estos jabones de un famoso Hammam de Estambul me puse loca de alegría. Enseguida usé uno para la ducha y puse otro en la jabonera para lavarnos las manos. Todos estos jabones hacen una abundante espuma muy fina que hidrata de maravilla peeeeeeeero..., sí tenía que haber un pero :P resulta que el jabón que puse en la jabonera era tan blando que se deshacía y además de dejar toda la jabonera y el lavabo pringado resultaba bastante incómodo de usar ya que se quedaba pegado a la jabonera. Aquí tenéis la prueba:


Cualquier otra persona habría cambiado de jabón y listo, pero yo no quería renunciar a mi preciado jabón nuevo, así que me acordé de un programa de Canal decasa (Ideas decorativas con Lilla Moreno) que había visto hace tiempo, y en el que explicaban cómo hacer unas jaboneras para jabones de este estilo..., osea blandurrios a morir (léase super naturales de la muerte). En este programa proponían poner en algún recipiente canicas y luego poner encima el jabón, de esta forma decían que se drenaba el agua y el jabón quedaba más seco y por tanto menos pringoso. Yo no tenía en casa canicas, pero sí unas piezas decorativas de vidrio cortesía del anterior propietario, vamos que se las dejó en casa junto con alguna que otra cosilla...y se me ocurrió utilizarlas poniéndolas directamente en la jabonera, así a las bravas:


El problema era que se quedaban pegadas al jabón y cada vez que lo ibas a utilizar tenías que ir despegando piedritas..., entonces encontré la solución: ¡sólo tenía que pegarlas a la jabonera! así lo hice con la pistola de pegamento (esa gran compañera de fatigas) y tengo que decir que funcionó :)

Y lo mejor es que cuando se terminó el jabón pude quitar las piedritas limpiamente sin dejar ni rastro en la jabonera..., lo único es que volví a usar otro jabón de los que me había regalado mi chico, inocentemente pensando que este no iba a resultar tan pringoso como el otro...pero parece que me tocó la lotería y este también se quedaba pegado a la jabonera...¡me cago en tó! (es lo más fino que salió de mi boca cuando me di cuenta) así que volví a pegar las piedritas, eso sí esta vez he economizado y me he dado cuenta de que con unas pocas (seis en concreto) son suficientes para sujetar el jabón y permitir el drenaje, además de esta forma es más fácil limpiar la jabonera:


Y esta es la historia con final feliz de una jabonera, unas piedras de cristal decorativas (las venden cómo no en los bazares chinos...¡Dios que haríamos sin ellos!) y un jabón pringoso a morir que ya puedo utilizar tranquilamente..., de hecho hasta han pasado la prueba de mis sobrinos...vamos que vinieron a casa el otro día y no se lo han cargado, así que ¡prueba superada! ;)


Espero que os haya gustado/entretenido/ilustrado/ayudado o algo este rollo que os acabo de soltar. ^_^
¡Nos vemos el viernes en otro Finde Frugal! :)

11 comentarios:

  1. Muy buena idea tuviste y encima quedó bonito

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  2. Una idea brillante,porque no veas lo que molesta ese pringue de jabón!
    No nos ha parecido tanto el rollo como dices,jaja!
    Besos de las dos

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  3. Y Leo finalmente venció el jabón...The end. Así termina la película, muchachas, a mi no me quedaba ninguna duda de quién la iba a ganar!!! jajajaj

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  4. Hola Leo me gusto todo lo que nos cuentas hoy y como lo cuentas jajaja, muy entretenido, la jabonera y las piedras parecen que fueran una sola y que bonitas se ven juntas y lo más importante funciona, besos

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  5. jajaja con el jabón pringoso!!! La historia mejor contada del pringe y su final feliz!!!No hay nada que se te resista, encuentras soluciones "pa to" :)
    Un beso!

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  6. ¡¡Si es que encuentras soluciones para todo, hija, que "apañá"!! Que bien tiene que oler ese jabón!!
    Besitos

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  7. ¡Es una idea fantástica, Leo, que la madre de una de nosotras ya usa desde hace tiempo! ¡Y eso que no conoce a Lilla! Jajajaja. A tí como a nosotras, nos vuelven locas los jabones naturales para cuidar nuestra piel. ¡¡Es que no hay nada mejor!!

    Muchos besos de las dos.

    J&Y

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  8. jajaja...¡me parto! Creo que ya te he dicho alguna vez lo mucho que me gusta tu sección de "tontunas prácticas", hasta el nombre es genial. Además ¿quién no ha tenido alguna vez un maravilloso jabón que se convierte en una masa informe y pegajosa en contacto con el agua? Me apunto el truquillo sin duda ¡me ha encantado! Un beso guapa.

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  9. A mi esos jabones blanditos me horrorizan!! Grrr

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  10. Un truco de lo más práctico para lidiar con esos jabones tan exquisitos pero tan blandos... y encima queda hasta decorativo!!! Desde ya me lo agendo, también soy entusiasta de los jabones artesanales...
    Besos,
    K.

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